El desastre en Daejeon
El pasado 26 de septiembre de 2025, un incendio en un centro de datos gubernamental de Corea del Sur provocó una caída masiva de servicios públicos digitales. El fuego se originó tras la explosión de baterías de litio, extendiéndose rápidamente y dañando equipos críticos de refrigeración y climatización.
La consecuencia fue inmediata: más de 600 servicios online del Estado quedaron inoperativos, incluyendo la identificación digital de los ciudadanos, servicios de correos, portales gubernamentales y sistemas de emergencia. El impacto afectó de lleno a la vida diaria de millones de personas y dejó en evidencia la fragilidad de la infraestructura cuando no existe un plan sólido de resiliencia.
A pesar de los esfuerzos de recuperación, una semana después apenas un 17,8 % de los servicios habían sido restaurados. La magnitud del desastre ha puesto en jaque la confianza de la ciudadanía y ha paralizado áreas clave del sector público.
La pérdida de datos: 858 terabytes desaparecidos
Más allá de la caída de sistemas, la peor consecuencia fue la pérdida irreversible de 858 terabytes de información gubernamental. Estos datos correspondían principalmente al sistema interno conocido como G-Drive, una plataforma utilizada por los funcionarios para almacenar documentos oficiales.
El problema: no existían copias de seguridad de este sistema. Ocho años de archivos quedaron destruidos sin posibilidad de recuperación, afectando al 17 % de los trabajadores del gobierno central. En contraste, otros 95 sistemas sí contaban con backups y pudieron restablecerse, lo que pone en evidencia la importancia de haber diseñado una política coherente de protección de la información.
La prensa surcoreana ha calificado el suceso como la mayor pérdida de datos de la historia del país, y ya se cuestiona la responsabilidad del gobierno en la falta de previsión.
La lección para empresas y administraciones
Este caso demuestra que ni los gobiernos más digitalizados están libres de un desastre si no cuentan con planes de continuidad y copias de seguridad adecuadas.
Recomendaciones clave:
- Disponer siempre de backups externos y aislados de la infraestructura principal.
- Verificar periódicamente que los datos pueden restaurarse correctamente.
- Priorizar los sistemas críticos en cualquier estrategia de recuperación.
El incendio en Daejeon no solo dejó servicios públicos fuera de línea durante días: también borró para siempre años de información crítica. Es un recordatorio de que la pregunta no es si ocurrirá un desastre, sino cuándo.
En Infordisa insistimos: la prevención es esencial, pero los backups son la última línea de defensa que puede marcar la diferencia entre una crisis gestionable y una catástrofe irreversible.
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